Supergirl de 1984 tuvo grandes problemas, uno de los cuales fue vincularse a Superman a pesar de los evidentes errores de continuidad que esto creó.
Las películas de Christopher Reeve, Superman cambiaron el juego: adaptaciones respetuosas y de alto presupuesto que involucraron a los adultos tan fácilmente como a los niños, y desde entonces han servido como la base de la película moderna de superhéroes. Reeve definió al personaje durante una generación, mientras que la combinación de las dos primeras películas de humor sabio y homenaje amoroso se convirtió en la plantilla en la que los futuros directores basaron sus fantasías de cuatro colores.
Dicho esto, terminó con una ignominia impactante, comenzando con la falla de Superman III en 1983 y terminando con el desastroso Superman IV: The Quest for Peace en 1987. Ambas películas ocupan lugares bajos en las encuestas de opinión de la mayoría de los fanáticos y, para agregar, no son las únicas películas que detuvieron la franquicia innovadora. Supergirl reveló en caída libre creativa y, aunque es posible que los fanáticos de DC no deseen admitirlo, la película de 1984 tiene lugar en el mismo universo que las películas de Reeve. Es fácil descartar las conexiones como errores de continuidad, y entre el mal Superman III y el terrible Superman IV., hay una gran cantidad de películas deficientes en exhibición. Eso hace que sea tentador simplemente eliminar la película de la ecuación (el propio Reeve ni siquiera aparece en Supergirl) , pero las conexiones son demasiado deliberadas. Les guste o no a los fans, están indisolublemente vinculados.
Según la entrada de la película en afi.com , Supergirl fue imaginada como una secuela directa de Superman III . Los productores Alexander e Ilya Salkind sintieron que la llegada de Kara Zor-El revitalizaría la serie después de su decepcionante predecesora. El proyecto comenzó con el Superman de Reeve interpretando un cameo, lo que le permitió al actor hacer una aparición sin estar atado a un papel del que se estaba cansando. Finalmente abandonó el proyecto, y Supergirl hizo lo mejor que pudo para compensar su ausencia, incluida una explicación de que Superman estaba llevando a cabo una misión lejos de la Tierra.
La ausencia de Reeve fue solo el comienzo de los problemas de la película, por supuesto. Una trama sin sentido, una exposición de mala calidad, un ritmo terrible y una sensación general de pereza condenaron el guión casi desde el principio. Se instigaron extrañas medidas de reducción de costos, incluidas varias colocaciones indebidas de productos y efectos especiales de mala calidad. Excepto por la actuación ganadora de la estrella Helen Slater y otra fuerte banda sonora del compositor Jerry Goldsmith, fue un desastre de principio a fin. Se hundió sin dejar rastro en la taquilla, y las futuras películas de Supergirl se pusieron en espera.
En medio de los restos, sus conexiones con las películas de Superman contienen varios errores importantes de continuidad. El más grande es Argo City, el hogar de Kara, que sobrevivió a la destrucción de Krypton y ahora apoya a toda una sociedad que vive en el «espacio interior». Eso va directamente en contra de las películas de Reeve, que establecen claramente que Kal-El es el último de su tipo. Supergirl podría haber explicado eso como Clark Kent simplemente sin saber de Argo City, pero socava esa posible explicación con el conocimiento de Kara de los detalles íntimos sobre su primo y sus identidades duales. Sin la presencia de Reeve, o una exposición más detallada, simplemente no hay forma de justificar el error de continuidad.
No se detiene ahí. Supergirl recuerda constantemente a los espectadores su conexión con las películas anteriores. Eso incluye una escena de Kara admirando un póster de Superman, así como personajes secundarios como Jimmy Olsen, interpretado nuevamente por Marc McClure, y la hermana de Lois Lane, Lucy. Además, Kara conoce pocos detalles sobre la Tierra, a pesar de su conocimiento íntimo de Clark, lo que confunde aún más la película solo para que el personaje pueda hacer algunas bromas sobre peces fuera del agua. Se vuelve imposible no conectarlo con el resto de la franquicia, lo que a su vez solo refuerza la incompatibilidad de su historia de fondo.
La continuidad fue el menor de los fracasos de la película e importó mucho menos en 1984, cuando las películas de superhéroes eran mucho más delgadas. Pero la calidad del producto aún importaba entonces, como lo hace ahora, y el esfuerzo sumamente incómodo de Supergirl para insertarse en el contenido anterior sin la debida diligencia demuestra exactamente por qué la continuidad es tan importante. Las películas de cómics parecen haber aprendido la lección en ese frente. Para esta trágica falla de los 80, esas lecciones llegaron demasiado tarde.
Fuente (xx) || Traducción/Adaptación SupergirlFans.org
